
Tus compras por internet más seguras: no hay que dar los datos de la tarjeta
En Euriux Abogados, especialistas en derecho para el consumidor, estrenamos nueva década con una de las primeras novedades que depara el año 2020. La Unión Europea pretende reforzar la seguridad de los compradores en Internet. Para ello, la Comisión Europea ha ido realizando cambios para facilitar a terceros el acceso a la infraestructura de los bancos a través de la norma PSD2. Esta acción es posible gracias a herramientas como los APIS (Application Programming Interface), un mecanismo de software que permite acceder a multitud de plataformas o sistemas operativos ahorrando en costes de I+D y que ha posibilitado la expansión de empresas como Netflix.
Los APIS revolucionan el sistema de pagos eliminando a intermediarios, como la conexión del vendedor con la compañía responsable de la tarjeta de crédito, lo que aumenta la seguridad de los usuarios.
A partir de esta ley, los consumidores podrán autorizar al comercio para que ejecute pagos en su nombre a través de su cuenta bancaria. Además, el sistema exigirá combinar dos o más herramientas antes no requeridas (como el smartphone vinculado, la clave personal o parámetros biométricos) para garantizar la seguridad y evitar operaciones fraudulentas. Entidades como el BBVA afirman que esto traerá consigo el surgimiento de nuevos métodos de pago y comercio electrónico a través de internet.
La fecha esperada para su puesta en marcha ha sufrido diferentes retrasos para garantizar la plena adaptación de los bancos. No obstante, el período de la actual moratoria expira el 31 de diciembre de 2020.
Fraudes por internet con tarjetas
Las compras realizadas con tarjetas en 2018 en España alcanzaron casi los 4.000 millones de operaciones, por un valor superior a los 147.431 millones de euros lo que supone incrementos del 13,8% y del 9,1%, respectivamente sobre el año anterior, según consta en la ‘Memoria anual sobre la vigilancia de las infraestructuras de los mercados financieros 2018’ elaborada por el Banco de España.
El informe también indica que en 2018 se registraron algo más de un millón de operaciones fraudulentas con tarjetas, por un importe de 88 millones de euros. Del total de operaciones fraudulentas, el 64% corresponde a fraude en compras realizadas en operativa remota, y el resto a TPV físicos (34%) y a cajeros (2%).